Resumen:
El análisis del fenómeno migratorio en Argentina es sumamente complejo; en una primera instancia debido a que la inmigración ha sido la base en la que se ha constituido este país y fue percibida por los pensadores del siglo XIX como instrumento de desarrollo, su asociación con el progreso nacional permanece inalterable hasta hoy. En este contexto la emigración es sentida o vivida como un fracaso respecto de aquel originario proyecto de país y como una pérdida de recursos humanos valiosos. En segunda instancia, sobre el volumen del flujo emigratorio, el diario La Nación del 20 de Diciembre de 2002 afirma que son 587.005 el número de argentinos que viven en el extranjero, según datos suministrados por la cancillería argentina. Una nota publicada en el diario Clarín en noviembre de 2002 afirma que la tendencia a emigrar que se viene registrando desde los años 90 en la argentina, creció abruptamente en los años 2001- 2002. El Ministerio del Interior indicó que 128.812 ciudadanos argentinos entraron a España con visa de turista de tres meses durante el año 2002 y sólo regresaron 18.742 al vencer el permiso: apenas el 14, 6%, la mayoría de los artículos asocia emigración con crisis económica y social en nuestro país, de allí el tono apocalíptico creado por los periodistas: “largas colas frente a los consulados muestran con claridad la desesperanza de muchos argentinos.