Resumo:
Este trabajo surge de la inquietud de acercarnos al rol del Terapista Ocupacional
dentro del ámbito escolar común.
Luego de contactar con Terapistas Ocupacionales que trabajan en el área
pediátnca, y de indagar respecto de las disfunciones que se observan más
frecuentemente en niños de esta edad, es como fueron surgiendo nuestras primeras
inquietudes acerca de la escritura y la incumbencia de nuestra profesión en relación a
ella.
El Terapista Ocupacional promueve el desempeño ocupacional del hombre a lo
largo de todas sus etapas vitales; ya que en cada una de ellas, los individuos realizan
diversas actividades que están orientadas a un propósito definido. Por lo tanto, a lo
largo de toda su vida, el individuo se compromete en ocupaciones que deben ser
significativas, gratificantes y placenteras. De esta manera, el Terapista Ocupacional, a
través del ejercicio profesional busca promover y mantener cada una de las habilidades
que hacen posible al individuo ser productivo en los roles que desempeña, teniendo en
cuenta las tareas a las que se enfrenta y el ambiente en que las realiza.
Volviendo a las inquietudes que motivaron este trabajo, y haciendo referencia al
desempeño ocupacional del niño, es necesario comprender que durante la etapa escolar
se presentan una serie de transformaciones en lo que respecta a la ocupación.
La etapa escolar es una de las más importantes de la vida, está ligada al
crecimiento y al desarrollo humano, por lo que es fundamental que el niño la transite
con eficiencia y satisfacción.
Los problemas de aprendizaje son frecuentes en el aula, que por no responder a
una sola causa, pueden ser abordados desde distintos tratamientos que permitan hacer de
la etapa escolar un período placentero.
Las razones por las que un niño no aprende son múltiples: familiares, sociales,
educativas, neurológicas o psicológicas. Dependen de cada niño, de su historia familiar
y de la relación que se establezca con la escuela y el proceso de aprendizaje.
Las dificultades en el proceso de aprendizaje no solo dependen del niño; muchas
veces
la escuela que falla en su metodología de enseñanza o no respeta los tiempos de
cada alumno. Sin embargo, estas dificultades son reversibles si existe una buena comunicación entre los padres, los docentes y otras profesiones involucradas en el
proceso de aprendizaje, para lo cual es preciso que exista apertura para el trabajo en
equipo, cuyo aporte según cada caso, ayude a producir cambios en los logros del
alumno.