Resumen:
Durante las últimas dos décadas, los países de América
Latina sufrieron un proceso de crisis socio/económica, que
particularmente en nuestro país se profundizó en el año 2001. La
desigualdad en la distribución de ingreso existente se agudizó.
Las políticas económicas aplicadas por el estado generaron
diversidad y amplitud de situaciones de vulnerabilidad,
desintegración y exclusión en distintos sectores de la sociedad;
agravado por el abandono progresivo de las políticas sociales
implementadas por el estado, instalándose en cambio, campañas
populistas y clientelistas, que fomentaron aún más la exclusión.
Así se conforma un nuevo mapa social en el cual se puede
distinguir entre "nuevos ricos" y "nuevos pobres", es decir un
amplio número de familias pertenecientes a la clase media, ha
visto un empobrecimiento significativo en sus condiciones de vida.
Estas condiciones limitan la capacidad de consumo, debido al
desempleo y a la proliferación de diversas formas de empleo
informal y precario.