Resumen:
Desde que el parto comenzó a realizarse en instituciones sanitarias las mujeres
perdieron protagonismo en uno de los hechos más trascendentales de sus vidas y aceptaron
las reglas de las instituciones; de este modo, el proceso de pre parto, parto y puerperio, se
transformó en un “acto médico”, durante el cual se deja de lado las necesidades de la
gestante, haciendo foco en lo biomédico, esto conlleva a realizar un sin fin de prácticas que
violentan, no solo a las gestantes sino también a su familia y al niño por nacer. Como
profesionales enfermeros miembros del equipo interdisciplinario que brinda atención al ser
humano desde la concepción hasta la muerte, y teniendo en cuenta que la lucha de la mujer
por sus derechos atraviesa nuestra praxis, consideramos necesario desnaturalizar y
deconstruir la violencia obstétrica, visibilizándola a través de este trabajo de investigación que
fue inspirado por la experiencia vivida de una de las autoras. La violencia obstétrica es una
de las violencias más naturalizadas y consiste en la vulneración de los derechos de las
mujeres en situaciones vividas durante el pre parto, parto, post parto, aborto y muerte
perinatal. Tener un parto respetado no debería ser una opción, sino un derecho que tengan
todas las mujeres y cuerpos con capacidad de gestar, parir y maternar.