Resumo:
El presente trabajo surge de la necesidad de reflexionar sobre el rol del adulto mayor institucionalizado dentro de la sociedad, y la intervención desde la promoción de la salud, mediante la sistematización de una experiencia llevada a cabo a través de la implementación de un taller constructor de juguetes.
De las realidades grupales observadas y el contacto directo con los residentes, se notaron ciertas condiciones situacionales y aspectos relevantes que permitieron realizar una caracterización general de aquella población observada.
En primer lugar, se trata de Sujetos institucionalizados, atravesados por una realidad social y cotidiana distinta, ya que se ven restringidos y limitados en las posibilidades de desplegar dimensiones más saludables. El entorno diario que los rodea con pocas posibilidades de hallar espacios departicipación, conduce a que se distancien, vivan en una actitud de recogimiento, retraimiento.
Se identifica como característica poblacional distintiva y general, conjuntamente con el padecimiento psíquico que atraviesan, un estado de vulnerabilidad social. Es decir, adultos mayores que manifiestan la necesidad de pertenecer a un espacio, de compartir sus relatos de vida, sus deseos, intereses, pero al tratarse de Sujetos vulnerables, no logran salir voluntariamente a la búsqueda y al encuentro de espacios de participación social.
A través de esta experiencia de trabajo, se intenta una construcción colectiva de un Programa de Promoción de Salud para la vejez institucionalizada, movilizando a los Sujetos hacia la re-inclusión en la sociedad.