Resumen:
Históricamente mujeres y varones hemos sido socializados-educados-formados para ocupar en la sociedad roles diferenciados de acuerdo al género. Las primeras debieron ocupar un lugar de subordinación fuertemente enraizado en las prácticas cotidianas, en tanto fueron mantenidas y reproducidas por distintas instituciones como la familia, el estado, la educación, la religión, la ciencia y el derecho.
Debemos decir que en la actualidad hemos podido romper viejas estructuras y ocupar lugares impensados para nuestros antecesores, gracias a las grandes luchas encabezadas por los movimientos feministas. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer en la búsqueda de un cambio en la forma de vida e ideología que ha sido sustentado por el orden patriarcal.
En este estudio, Trabajo Final de la Carrera de Especialización en Violencia Familiar, se intentará esbozar un breve análisis desde una perspectiva de género de cómo las instituciones, en determinados contexto político-económico y social, confluyeron para el mantenimiento de un orden patriarcal que fue reproducido en el seno familiar a través de los modelos de crianza, que han naturalizado/legitimado desde patrones relacionales y de disciplinamiento el ejercicio de la violencia en el ámbito familiar.